En un aeropuerto, cada minuto puede ser solo una espera o convertirse en parte del viaje. Durante mi última visita al Aeropuerto Internacional de Carrasco, decidí detenerme dos horas en su Sala VIP, entre las 10:00 y las 12:00 del mediodía. La experiencia fue reveladora: Carrasco ha logrado que su sala se ubique entre las mejores del continente, con una propuesta que conjuga comodidad, servicio y una gastronomía que habla de Uruguay con orgullo.
Desde el momento del ingreso, el ambiente invita a bajar el ritmo. Luz natural, mobiliario elegante y cómodo, y una distribución de espacios que permite elegir entre descansar, trabajar o simplemente disfrutar.
La sala se encuentra ubicada frente a los portones cinco y seis, en el corazón de la zona de embarque internacional. Según lo observado, es la única sala VIP del aeropuerto, lo que la convierte en un punto clave para quienes buscan comodidad adicional.
El acceso está habilitado para usuarios de los principales programas de membresía internacional como LoungeKey (LK), Priority Pass (PP) y Dragon Pass, además de determinados convenios con aerolíneas y tarjetas de crédito premium.
Durante mi estadía, comencé por el desayuno: frutas frescas, yogures, panes de varios tipos, pastelería bien lograda, jugos, café de calidad y opciones calientes como huevos revueltos y mini sándwiches. A partir de las 11:30, sin desmontar lo anterior, se sumó el almuerzo. Aquí la propuesta elevó la experiencia: carnes al punto, risotto, verduras grilladas, ensaladas frescas, las infaltables empanadas uruguayas y una línea de postres que combina dulces tradicionales con propuestas más ligeras.
El buffet de ensaladas es variado, y los sabores están cuidados. Se trata de gastronomía pensada, no de un simple catering de aeropuerto.
Uno de los puntos fuertes es la variedad y calidad de las bebidas: vinos nacionales bien seleccionados, destilados, cervezas premium, refrescos y bebidas calientes. Todo bien dispuesto y constantemente repuesto. Se nota un criterio de selección, y no una simple oferta estándar.
La sala es amplia y está bien distribuida. Destaca un espacio Kids especialmente diseñado para quienes viajan con niños, un área de relax con poltronas reclinables ideales para descansar o dormir, y múltiples estaciones de trabajo con WiFi rápido y acceso a computadoras. También dispone de duchas individuales para quien desee asearse antes o después de un vuelo largo.
El mantenimiento es constante. Se observa al personal reponiendo alimentos, limpiando mesas y asistiendo con discreción. La atención en recepción fue ágil y cordial, sin filas, sin demoras.
Cómo acceder
Además de las membresías ya mencionadas, también es posible abonar el acceso directamente en el lugar, sujeto a disponibilidad. Pasajeros de clase ejecutiva o con estatus elite en aerolíneas asociadas también pueden tener ingreso incluido. Conviene consultar previamente con la compañía aérea o la entidad emisora de su tarjeta.
Una sala que invita a volver
La Sala VIP de Carrasco no se limita a ofrecer un espacio cómodo. Construye una experiencia integral donde el descanso, la gastronomía y la atención se combinan para hacer que las horas antes del vuelo sean parte del disfrute y no solo del trámite. En un mundo donde volar a veces se vuelve rutinario, este tipo de espacios nos recuerda que el viaje comienza mucho antes del embarque.
Las 24 horas, todos los días.
Zona de embarque. La Sala VIP se encuentra ubicada dentro de la zona de embarque, en el lado este de la Terminal.
Estadía máxima de 3 horas – Entrada gratuita para niños menores de 12 años. Área de juegos para niños separada disponible – Área tranquila – Centro de negocios disponible.