El ministro uruguayo Pablo Menoni, su par argentino Daniel Scioli, y el director del Servicio Nacional de Turismo de Chile, Cristóbal Benítez, coincidieron en que la cooperación regional ya no es una opción, sino una necesidad estratégica. En un contexto donde las rutas de cruceros se redefinen constantemente y la industria busca destinos seguros, eficientes y con identidad propia, la sinergia entre los tres países aparece como una respuesta inteligente y con proyección a largo plazo.
Entre los principales temas tratados se destacaron la armonización de tarifas portuarias, la facilitación migratoria, la logística de aprovisionamiento, y la implementación de políticas sanitarias comunes. Estas líneas de acción no solo responden a las demandas de las grandes compañías navieras, sino que también buscan generar beneficios directos en las economías locales y en las condiciones laborales del sector.
“Dar garantías a las navieras significa también garantizar derechos, sustentabilidad y previsibilidad a todos los actores involucrados en esta cadena de valor”, expresó Menoni durante el encuentro. En este sentido, se busca ofrecer a las empresas una región más integrada y eficiente, sin renunciar al compromiso con el desarrollo sostenible y la calidad de la experiencia turística.
El turismo de cruceros no se limita a las terminales portuarias. Cada escala representa una oportunidad para que decenas de comunidades costeras accedan a nuevos flujos de ingresos y empleo. Por eso, el trabajo coordinado entre los tres países se plantea también como un camino para fortalecer las infraestructuras, mejorar la conectividad terrestre y aérea, y capacitar al personal turístico que recibe a los cruceristas.
Además, se prevé avanzar en una propuesta de visado regional simplificado, que permita a los pasajeros recorrer el Cono Sur con mayores facilidades, promoviendo la extensión de estadías y el gasto en territorio. Esta iniciativa, inspirada en modelos exitosos de integración como el Espacio Schengen en Europa, podría convertirse en un hito regional en materia de integración turística.
El compromiso asumido por las autoridades no se limita a buenas intenciones. Como paso siguiente, se acordó establecer mesas de trabajo interinstitucionales que involucren a las agencias de gobierno, autoridades migratorias, puertos, cámaras empresariales y operadores turísticos. El objetivo: avanzar en propuestas concretas que eleven la competitividad del destino “Cono Sur” en la industria global de cruceros.
Este encuentro no solo marca un hito para la región, sino que evidencia una nueva madurez en la visión turística de estos países, que comprenden que el viajero de hoy busca experiencias conectadas, fluidas y sostenibles. La unión de Uruguay, Argentina y Chile en Seatrade representa mucho más que un gesto diplomático: es un paso audaz hacia un modelo de cooperación turística que puede inspirar a otras regiones del mundo.