Debido a que la reconocida empresa de repuestos automotores Cymaco S.A está cumpliendo el 53º aniversario de su fundación, SHOP NEWS WEB dialogó con su director y creador: Atilio Cazajous.
Por Silvana Brustia Caperchione
Corría mediados del año 1968 cuando Atilio -así de sencillo, como lo llaman todos-, siguiendo el consejo de su padre-, decide fundar Cymaco S.A., una casa de repuestos para automóviles. Cincuenta y tres años han pasado desde aquél momento y hoy la empresa se ha convertido -en base a esfuerzos, trabajo y constancia- en un líder indiscutido dentro de su rubro. Actualmente la empresa es importadora y representante oficial de afamadas marcas alrededor del mundo, entre estas: AMALIE Motor Oil Company de Estados Unidos, bujías CHAMPION ®, Turtle Wax®, Johnsen’s ®, JB Weld ®, PHC Valeo ® y distribuidor oficial de cientos de marcas representativas a nivel mundial como Marilia®, Corven, Talosa, Ikro, Transpo, Philips, Trifa, Mahle, Sakura Filtration, Molykote, Borcol, Momo Italy, Pioneer, entre otras.
El primer local se encontraba ubicado en la calle Yaguaron 1643, y al respecto Atilio nos cuenta: “Cuando yo tenía 17 años, mi padre que era socio minoritario de una casa de tornillos, me dijo que me debía independizar ya que con él estaba mi hermano, y el negocio no daría para los tres. Me aconsejó dedicarme a los repuestos de autos, ya que él había trabajado para la firma Studebaker y consideraba que podría ser un buen negocio. Así que comencé con un sólo empleado y una bicicleta de reparto. Mi padre me prestó 5000 dólares para la inversión inicial, pero como no me alcanzó, al principio tuve que completar las estanterías con cajas vacías. Ese fue el principio”, dice. Y añade: “De a poco fui incorporando repuestos de varias marcas y comenzamos a crecer, hasta fundar la Casa central, ubicada en la zona más importante de autopartes de Montevideo. Allí inició realmente la expansión, al punto que hoy tenemos 185 empleados en un total de 9 locales en distintos puntos de Montevideo, Canelones y Maldonado, con la máxima tecnología en todos sus procesos”, afirma.
Atilio trabaja junto a dos de sus tres hijos: Francisco, su hijo varón que “está en todo”, y una de sus hijas que se encarga de los pagos al extranjero. También colabora en la empresa Silvia Perriello, su esposa.
Nos cuenta que la empresa tiene un equipo de funcionarios que están altamente capacitados y con gran experiencia: “Algunos me acompañan desde hace más de 40 años, otros fueron ingresando a través del tiempo, y las nuevas generaciones que se han ido sumando porque hay que estar al día, como el personal de cómputos que trae toda la información necesaria, la gente de marketing, entre otros”, nos señala el director. Y agrega: “Este escritorio lo uso únicamente de 18 y 30 a 20 horas nada más, para recibir empresarios, gente del Banco o amigos. Por lo general en la semana estoy acá (local de la calle Galicia) y las demás casas las visitó en diferentes momentos de la semana. Me gusta hablar con los empleados, ver que hace falta, pregunto, veo detalles y sugiero. Uno tiene tantos años de colgar repuestos que sabe donde ubicarlos para que el cliente los vea”, explica.
Han pasado cincuenta años y desde los inicios Atilio mantiene la misma postura: “El cliente siempre tiene la razón, está en primer lugar y debemos brindarle la mejor atención. Por ese motivo me gusta tener un trato directo y de amistad con ellos. Lo mismo con los empleados”, asegura.
Dado que el mercado evoluciona constantemente, Cymaco incorpora a menudo tecnología y capacitación para los empleados: “Por ejemplo, antes vendíamos repuestos de Morris con catálogos impresos que venían en inglés. Yo me las arreglaba porque había estudiado dos o tres años en el Anglo, pero hoy en día, es tan grande el salto, que hemos invertido mucho en computación. Los vendedores ponen en la PC, por ejemplo, ruleman trasero de tal marca y aparece al instante el stock, en que sucursal se encuentra, el precio y quien es el proveedor”, relata.
La constante presencia en los medios de comunicación hace que el director de Cymaco, siempre esté en contacto con periodistas y personalidades del medio: “Los comunicadores vienen a darnos ideas y a tratar de vender su publicidad. Varios de ellos comenzaron con nosotros en la época de auge, cuando los clientes aumentaban rápidamente, lo que generaba que se colmara el local. Por ese motivo contraté un portero de apellido ‘Nuñez’, quien al ver que los clientes se iban por las demoras en ser atendidos, se le ocurrió avisarles a los vendedores del mostrador con la frase ‘Uno más para atender’. Un día el periodista Lalo Fernández, relator de fútbol de Carve escuchó la frase, y me sugirió que la usara en la publicidad, lo cual fue un gran éxito, que hoy perdura”, nos explica.
Para estar al día, Cazajous suele concurrir a la Feria de repuestos de Frankfurt, en Alemania, donde exponen sus repuestos los fabricantes de todo el mundo. Actualmente dicha feria se ha expandido a Shanghái, Dubái, México, Brasil, Argentina. Al respecto afirma: “A algunas ferias voy yo, y a otras mando a mi hijo u otro empleado capacitado. A su regreso estudiamos las novedades que hay. Esto nos permite estar actualizados y ver la movilidad de otros mercados, lo cual es necesario”, detalla Atilio
“Nosotros contamos con repuestos para todos los modelos de autos, camiones y motores. En Cymaco no existe la palabra imposible, lo que sea lo trato de solucionar. Contamos con tres tornerías y con gente que repara radiadores que trabajan exclusivamente para nosotros. De esta manera hay solución para todo. Al cliente nunca se lo deja en la calle, aquí se le consigue lo que necesita. Actualmente mandamos repuestos y accesorios a todo el país, incluso perdiendo utilidades. Les cuento al respecto: en una oportunidad un cliente de Salto necesitaba en forma urgente un repuesto, pero por la hora se nos complicaba enviarlo por encomienda, así que decidí alquilar un helicóptero y llevárselo personalmente. Cuando llegué el cliente no lo podía creer. Así es Cymaco”, nos comenta con convicción.
Disfrute
En cuanto a aquello que le gusta hacer fuera de lo laboral el empresario nos confiesa: “En primer lugar disfruto a pleno de mis cuatro nietos (tres nenas y un varón), de la familia, las reuniones. Además, con mi señora tenemos los jueves de noche la cita obligada a cenar en el Náutico de Punta Gorda. Y también me gusta mucho el cine. Los sábados y domingos disfrutar de la costa, caminar con la radio encendida escuchando deportes. También me gusta encontrarme con amigos y conocidos para hablar, que no son pocos a esta altura… (risas).