La historia de la bodega H. Stagnari es sinónimo de rebeldía e instinto de superación desde sus inicios hasta hoy. Al frente se encuentran Héctor Stagnari y Virginia Moreira, ambos provenientes de familias de vitivinicultores y bodegueros.
Junto a su marido el enólogo Héctor Stagnari, lleva adelante la bodega, empresa familiar que produce vinos finos de autor Premium, elaborados con sus propias uvas provenientes de sus dos viñedos: La Caballada – Salto (uvas tintas) y La Puebla (uvas blancas) ubicada en La Paz, Canelones, maravilloso lugar que alberga la actual residencia de la familia, que data del año 1890 y un restaurante vip. Dicho emprendimiento tiene más de 20 años de trayectoria, siendo una de las bodegas más premiadas a nivel internacional por la calidad de su vino Tannat.
Ella es analista de sistemas, aunque nunca ejerció. Ello se debe a su temperamento movedizo y locuaz, que la llevó a dedicarse al resto de lo que se requiere para llevar una empresa adelante: administración, ventas, exportaciones y marketing. “Me dediqué a la empresa cuando me di cuenta que estar sentada frente a una computadora con la que no podía hablar, no era lo que quería”, nos dice. Y vaya que tenía razón. El tiempo así lo ha demostrado.
Aunque hoy, debido a su trayectoria y logros, es una empresaria mediática, Pero explica: “Mi trabajo es vender los vinos que se hacen en la bodega al mejor precio posible”. Descarta por completo la idea de competir en cantidad. Eso no es posible en el mundo globalizado actual. Apuesta a la calidad. Por ello la permanente presencia en los principales certámenes de vinos de la región y del mundo. Y también su presencia en misiones comerciales que puedan abrir nuevos mercados.
En lo que refiere a la situación actual de su empresa detalla: “Con la bodega estamos encaminados, ya que en plena pandemia, -cuando no se hacía nada-, ganamos una medalla de oro en Hungría. También, lanzamos un vino llamado ‘Garra’, el cual salió muy bien y es muy aceptado por el público consumidor”.
Su primer vendimia fue en el año 2000, casi a las puertas de la crisis. En ese momento estaban pagando maquinarias adquiridas con conformes en euros. Las dificultades que enfrentaban en los pagos pusieron en riesgo la continuidad de la empresa. Por ello acudieron al Banco República, donde la entrevista con el Presidente les fue negada. Virginia cuenta que había visto el nombre de la Vicepresidenta, Milka Barbato, y haciendo gala de su audacia y ganas de salir adelante, se instaló en su sala de espera hasta que fue atendida. Logró un préstamo puente.
En el 2003, con la cosecha 2000, sacaron el premio de Campeón del Hemisferio Sur, el mayor para el Uruguay en la historia de los vinos.
La bodega es la más premiada del Uruguay, más de 100 medallas de oro, y muchas más de plata y bronce. Sólo en el 2017 lograron 9 medallas de oro. Su tannat es el más premiado del mundo. En el 2007 consiguieron el título de Campeones Mundiales en Eslovenia. A la presentación de este premio asistieron el Presidente de la República de ese entonces, el Dr. Tabaré Vázquez, los Ministros de Ganadería, José Mujica, y de Industria, Jorge Lepra, y los Intendentes de Canelones y Salto. A través de estos logros sienten que hacen destacar a los vinos uruguayos en el mundo. Respecto al título de Campeones Mundiales (que repitieron al poco tiempo), según sabe ni Argentina ni Brasil nunca lo lograron.
La Bodega H.Stagnari es la más premiada del Uruguay con más de 100 medallas de oro, y muchas más de plata y bronce, y su Tannat es el más premiado del mundo.