Logicalis adquiere la empresa siticom, especialista en infraestructura de red avanzada y soluciones 5G
agosto 26, 2021
Uruguay decretó apertura de fronteras a los propietarios de inmuebles
agosto 30, 2021

¿Qué harías si te quedaras encerrado con tu ex? Se estrena “Es Complicado”

Por Silvana Brustia Caperchione

Los hechos siempre superan la ficción y esta obra no es la excepción.

El sábado 4 de septiembre a las 21 horas se estrena en la sala de Arteatro la obra teatral “Es Complicado”, con la actuación de Cintia Caballero, Esteban Recagno, con la participación especial de Fernando Vilar, dirigida por el dramaturgo argentino Ernesto Medela y la asistencia de Natalia Nantes. Para conocer más acerca de esta propuesta SHOP NEWS WEB entrevistó a la protagonista principal.

Cintia Caballero es una comunicadora y actriz uruguaya con más de 14 años de carrera durante los cuales ha trabajado en los principales medios nacionales e internacionales. Tales como Tevé Ciudad, Canal 4, VTV, A+V y coberturas para América TV y Canal 9, entre otros. Actualmente trabaja en Metrópolis FM, al aire de lunes a viernes de 7 a 10 horas.

La actriz Cintia Caballero

Como actriz ha realizado obras de primer nivel, destacándose Toc Toc (Teatro del Notariado), Cabaret (Teatro Alianza), Tu Cuna Fue un Conventillo (Teatro Solís y Teatro El Tinglado), Amor de Película (Teatro Movie), La Jaula de las Locas (Teatro del Notariado), Mi bella dama (Teatro Alianza), Mujeres de Lorca (La Gringa) y Soltera, Casada, Viuda, Divorciada (Teatro del Centro). Obteniendo 7 Premios Florencio, que incluyen la distinción Mejor Actriz Protagónica por su interpretación de la Maestra Macanuda de Ziraldo. Asimismo ha realizado largometrajes, series y miniseries uruguayas o en co-producción con otros países como Vicente, Welkom, La llorona y Euforia. Ha sido destacada como Mujer del Año 2018-2019, por su labor como conductora y periodista en Radiocero y Radio El Espectador. También se desempeña como conductora de eventos, oficiando de maestra de ceremonia de importantes premiaciones y lanzamientos, entre ellos el 1er evento presencial post-pandemia Covid 19 de todo Latinoamérica.

¿Cómo surgió la idea de realizar esta obra?

«Es Complicado»: Una comedia de enredos, vertiginosa y romántica a la vez

-Casualidad, o causalidad. En setiembre del año pasado, estaba trabajando con el productor argentino Gustavo Descalzi realizando coberturas y notas para programas de América TV y Canal 9. En uno de estos informes incluimos una nota con Esteban. Esa noche nos quedamos charlando y recordando nuestros inicios ya que estuvimos cerca de compartir escenario varias veces pero siempre pasaba algo. Luego él se fue a Buenos Aires y estuvo trabajando años allá. Los pendientes se combinaron con las ganas de hacer cosas, él seguía en contacto con Ernesto Medela, y los astros se alinearon para que nos comentara sobre una obra suya que nos quedaba como anillo al dedo. Lo demás, simplemente fue encarar los desafíos que el proyecto suponía.

¿Con qué se va a encontrar el público al asistir a esa obra?

-Con muchas cosas (risas). Me encanta ver las reacciones cuando respondo esa pregunta con otra: ¿Qué harías si quedaras encerrado con tu ex? Por lo general, la respuesta incluye un montón de variables y opciones. Lo maravilloso es que todo eso aparece en la obra, lo cual es una genialidad de nuestro autor y director Ernesto Medela. Los puntos de conexión con la vida misma hacen que te sientas identificado con todo lo que sucede: los sentimientos, las dudas, las heridas, los reclamos, la vulnerabilidad de los personajes, el enojo y la indiscutible historia en común.

Tanto aquellos que hayan terminado un relación de muchos años, como los que hayan sido testigos de algo así, van a acreditar que lo que sucede no es una exageración, por más disparatado que pueda parecer.Los hechos siempre superan la ficción y esta obra no es la excepción.

“La obra es un viaje vertiginoso por muchísimas emociones, una comedia que sabe tocar puntos reales y profundos, con la dosis justa de romanticismo para salir del teatro recargados de energía, sensaciones y seguramente opiniones ideales para el after con una pareja o amigos”.

¿Cómo fue el proceso creativo?

-Fue una experiencia diferente, principalmente porque la pandemia nos impuso una forma de trabajo alternativa que nunca habíamos utilizado. La mayor parte de los ensayos fueron a través de zoom. Basta con imaginar la situación para comprender lo complejo que fue conseguir que estos encuentros fueran lo suficientemente productivos.

¿Cuánto tiempo de ensayo les llevó?

-Más del que nos gustaría admitir (risas). Cómo recién te comentaba, nunca habíamos armado una obra con encuentros virtuales. Al principio abordamos un trabajo de mesa y análisis que fue más accesible, pero al comenzar a interpretar las escenas la distancia se hizo notar. Este espectáculo requiere una gran conexión entre los actores, las respuestas van más allá de los diálogos, requieren una reacción corporal, con intenciones y tonos tan vivos, que son difíciles de encontrar a través de una pantalla. Sobre todo, con los inconvenientes técnicos que pueden surgir: un breve delay en una reunión de coordinación es mucho más fácil de sobrellevar que en una escena en la que se está discutiendo.

¿Cuál fue el desafío mayor?

-Creo que el gran desafío fue justamente ese. Un proceso creativo diferente, sin antecedentes. Buscamos que funcionara probando alternativas. Una de las decisiones más relevantes fue compartir burbuja con Esteban. Estaba siendo imposible realizar las escenas a distancia. Siempre fuimos muy responsables con los aislamientos en las distintas etapas de la pandemia, y aceptamos ser los únicos del equipo en vernos personalmente, los demás siguieron a través de zoom. Fue algo muy positivo, vimos avances instantáneos.

¿Cómo es el equipo de trabajo que se armó?

-¡Imparable! Con una gran capacidad de adaptación, resiliencia y principalmente buena onda. Se ha ido sumando mucha gente, a quienes consideramos parte del equipo, porque se han involucrado activamente. Corresponde destacar el compromiso y la prioridad que nuestro director le ha dado a este espectáculo, compartiendo todo su conocimiento y dedicándonos mucho tiempo, incluso en los horarios y días menos habituales. Le estaré siempre agradecida por cuidarnos y orientarnos. Otro miembro que fue una inyección de energía, es la querida Natalia Nantes en la asistencia. Además Arteatro, Luis y todo el staff, que nos abrieron la puerta de su casa y nos brindaron lo mejor para potenciar este estreno 2021. ¿Y qué te puedo decir de mi compañero de escena? ¡Esteban es un talentoso, con mucha experiencia! Un gran profesional, con quien coincido en muchísimas cosas. Gracias a este proyecto nos hemos conocido mucho más y te puedo asegurar que reencontrarlo ha sido de las cosas más lindas que me han pasado últimamente.

¿Cómo fueron los lineamientos del director?

-Claros y precisos. Cada indicación estaba perfectamente argumentada y tenía visualizada cada una de las aristas. Trabajar así es un placer. Como actriz, es estimulante poder dialogar fluidamente con el director, preguntar y repreguntar con comodidad. Siento que gracias a ese proyecto tuve la extraordinaria posibilidad de trabajar con Ernesto Medela, algo que jamás hubiera imaginado hace unos años.

¿Cuánto tardaste en encontrar tu personaje?

-Hubo una pasada en la que las palabras dejaron de sentirse como diálogos. Todo tenía sentido: lo que decía, porqué lo decía y que esperaba obtener con eso. Ese momento es mágico. Cuando uno comienza a trabajar un personaje puede sentir esa distancia, luego comenzas a coquetear con sus cosas más íntimas y se va acercando, hasta que en determinado punto los espacios se fusionan y tu cuerpo queda a su disposición, podría decirte que el actor observa la escena desde afuera. Suena un poco esquizofrénico, pero la actuación tiene mucho de eso (risas).

¿Qué puntos en común tiene tu personaje con Cintia?

-Como divorciada, tengo que admitir que tenía medio camino recorrido a la hora de abordar este personaje. Desde el primer momento, entendí muchas entrelíneas de los diálogos, significados que aparecen gracias al contexto. Las heridas, comentarios y reclamos a los que solo se acceden con una vida de muchos años en común. Se conocen demasiado. Sin embargo, hay variables que no coinciden con mi caso. Aparte, hay reacciones diferentes, por el carácter de los personajes o porque uno no se animó o no quiso traspasar ciertos límites, acá pasa de todo y eso me resulta sumamente divertido.


¿Cómo surge tu vocación por el teatro y cómo comienza tu actividad teatral, con qué personas, elencos, líneas de trabajo?

En realidad, comencé de pequeña a través de la danza. Incluso di prueba de admisión y logré ingresar en la Escuela Nacional de Danza. Pero al ir creciendo, mi cuerpo latino se volvió imparable (risas) y no estaba acorde con el físico que requiere una bailarina de ballet. Mi pediatra, quien siguió atendiéndome unos años más de lo debido y era muy capa, me dijo una vez: “¿Y qué es lo que querés lograr? ¿Cuál es tu objetivo?”

A partir de esa pregunta comencé a cuestionarme todo. Y en el momento en que distinguí que lo que más me gustaba era la historia detrás de las coreografías, llegó a mi liceo Teatro en el Aula. Interpretaron una versión de PaterNoster que me explotó la cabeza. Luego comenzaban un taller de teatro ahí mismo y por supuesto que me anoté.

Igualmente, tengo que admitir que en ese momento no lo veía como algo a lo que me podía dedicar. Lo disfrutaba en paralelo. Hasta que, habiendo terminado el tercer año en la facultad de Ingeniería, me convocaron para obras profesionales y decidí tirarme al agua.

¿De qué manera pensás que influyó tu actividad teatral anterior en tu forma de trabajo actual?  

-La experiencia te hace bajar a tierra la teoría. El trabajo en la práctica no siempre es el ideal, no por falta de voluntad, pueden existir otros factores. En el día a día, de repente no contás con todo el horario necesario, o parte del equipo no funciona, o un compañero se sintió mal y entre todos se tiene que sacar adelante el trabajo igual.

Por otro lado, la experiencia no es una profesora que esté detrás de ti, ella te da conocimiento solo si vos estás dispuesto a adquirirlo. Desde mi debut profesional en el clásico musical “Mi bella dama”, dirigido por Omar Varela, soy de las que llega temprano y observa cada parte del proceso, aunque no involucre directamente a mi personaje. Si prestas atención, las claves están ahí, van apareciendo de a poco y depende de vos distinguirlas e incorporarlas.

¿Qué fuentes en materia de lecturas o espectáculos pensás que te influyeron en tu forma de trabajo?

-Todas, soy una persona muy permeable (risas). Sinceramente siento que cada vez que vi un espectáculo o una ficción, cada vez que leí un libro, ciertos puntos de mi esencia artística se estimulan. Cada vez que ocurre algo así, me siento feliz porque considero que los artistas del proyecto han alcanzado su objetivo. Cuando te dejan con sed de más, el éxito es indiscutible. Esa sensación la reconocí desde muy pequeña.

¿Podés reconocer técnicas o procedimientos escénicos a los que recurrís frecuentemente en tus obras?

-Si bien soy una persona muy emocional, como actriz soy sumamente racional. Me gusta trabajar desde el análisis, basándome en experiencias y observaciones, e imaginando cada detalle que completa el contexto del personaje.  Para los entendidos, soy del equipo liderado por Stanislavski y Diderot.

Me ha tocado abordar proyectos con otras técnicas, pero si me dan a elegir me quedo con la reflexión sobre el sentimiento. Considero además, que se logra un resultado más estable, porque el actor no siempre está en condiciones óptimas para la función, incluso te diría que la gran mayoría de las veces uno tiene otros asuntos que afectarían cualquier interpretación. Ser capaz de dejar de lado las cosas personales para sumergirte en el personaje es un desafío demasiado grande como para dejarlo librado a si en el momento te nace, tenés que asegurarte de que eso pase.

Es curiosa la capacidad de observación de los actores, vas por la vida recopilando datos y esta disposición se da naturalmente desde la niñez. En mi caso, en los cumpleaños, yo era de las chicas que prefería quedarse en la cocina con las mujeres. Escuchaba sus historias, veía las reacciones de la demás y eso me divertía. Aunque con el correr de los años me enojaba cuando cambiaban detalles de las anécdotas, o cuando alguna se sorprendía todos los años de lo mismo: “¡Prestá atención! Puede y debe rendir más” (risas).

¿Qué te interesa que se lleve el público al asistir a las obras en qué actúas?

-Quiero que el público salga satisfecho, que haya disfrutado la función y todos los condimentos que el equipo le preparó. Creo que al asistir a un espectáculo, el público invierte lo más valioso: su tiempo libre. Con ese respeto trabajo en cada presentación.

En este mundo vertiginoso cada vez es más escaso ese tiempo libre. ¿A cuantas cosas en tu vida prestas atención exclusiva durante una hora y algo? Ese es el grado de responsabilidad del que un actor debe ser consciente.

Me gusta pensar que uno aporta un granito de arena en los estímulos de la vida del espectador y que este se lleva reflexiones, porque no revelaciones y por supuesto emociones. Eso está dentro de este contrato tácito, en el que vas al teatro para dejarte llevar por historias ficticias e interpretaciones que te movilicen desde la similitud o la discrepancia.

¿Qué elementos favorecen tu propia creatividad?

-El entrenamiento es fundamental. Y no me refiero al entrenamiento físico, me refiero al entrenamiento actoral y creativo. Como todo en la vida, la práctica es la base del crecimiento. Esta práctica se puede dar en proyectos específicos o con la predisposición en la vida cotidiana. Seguramente una misma situación descrita por un artista incluirá una gama de colores más amplia que la descripción de alguien de otro rubro, y es coherente que así sea.

¿Se potencia a nivel grupal con el elenco?

-Como bien decís, soy creyente de la potenciación de los resultados gracias al trabajo en equipo. Lo he visto en repetidas ocasiones, llegas con una idea y alguien encuentra algo más que suma, luego otro ve que esa combinación sirve para destacar otro punto del espectáculo y el que llegó con la idea vuelve a aportar algo más. Es una bola de nieve creativa. A veces cuesta soltar conceptos que concebiste, pero te pueden llegar a sorprender los resultados. Es como soltarle la mano a un hijo que ya aprendió a caminar.

¿Cuál es tu personaje soñado?

-Hace tiempo que tengo muchas ganas de hacer un personaje de ciencia ficción, que sea psicótico y desquiciado. Con aspecto desalineado y desagradable, rayando con lo repulsivo. Cuando veo personajes así, me es inevitable querer ser la actriz que los interpreta, entendiendo además que sería un gran desafío actoral. Me suelen atraer mucho los roles de villanos, me resultan fascinantes. Cuando era adolescente solía decir: “El malo puede perder, pero se divirtió durante toda la película”

¿Tenés referentes?

Junto a Cristina Morán, una de sus grandes referentes.

-Como comunicadora y actriz, una gran referente es la Sra. Cristina Morán. Con quién tuve la suerte de compartir escenario en “Tu cuna fue un conventillo” bajo la dirección de José María Novo. Con ese maravilloso equipo supimos disfrutar de una temporada con localidades agotadas en la sala principal del mismísimo Teatro Solís.

Además, cuando Carmen Morán me convocó para un espectáculo, algunos de los ensayos fueron en la casa de Cristina. Yo siempre suelo llegar temprano y esta grande me preparaba un café con leche y se sentaba conmigo en su cocina para charlar del trabajo y de la vida. En ese entonces no me di cuenta, pero ahora nos recuerdo, sentadas en su mesa redonda, con el sol entrando por la ventana, el olor del café y el libreto ya sobre la mesa para cuando llegara el resto del equipo. Simplemente maravilloso, me siento muy afortunada de que una persona que tanto admiro me dedicara momentos tan únicos.

Fuiste Mujer del Año por tu trabajo en radio ¿En que anda tu carrera como comunicadora?

-¡Si! Haciéndome madrugar muchísimo, no me reconozco. Los horarios de los artistas suelen ser nocturnos, abarcan algo de la tarde e incluso el mediodía. Rara vez la mañana. La comunicación me había acompañado en los horarios, hasta ahora (risas). Este año me sumé al equipo de Metrópolis FM y estoy al aire a partir de las 7 am de la mañana, para lo que me tengo que levantar a las 5 am. Me costó mucho adaptarme, pero confieso que valió la pena porque los días me rinden mucho más. Además estoy copada con el equipo y suelo demorar media hora en salir de la radio porque me quedo charlando un ratito con cada uno.

Por otro lado, la conducción de eventos estuvo bastante inactiva por motivos obvios, pero tuve el honor de ser convocada por Juan Herrera para ser la maestra de ceremonias del primer evento presencial post Covid-19 de todo Latinoamérica. Y me siento feliz de ser, junto a mi amigo Alejandro Martínez, los conductores oficiales de los Premios Florencio que este año vuelven en su máxima expresión.

¿Cómo te ves de aquí a 5 años?

-No tengo ni idea, pero me gusta que sea así. Hace que las posibilidades sean infinitas. Si me pongo a pensar en 5 años para atrás, estoy segura que mi yo actual era inimaginable. No estoy viviendo para nada la vida que planifiqué ¿pero eso es algo malo? Definitivamente no. Me siento feliz con la vida que tengo. Realizada como madre, como artista, como comunicadora, como persona en general. ¿Tengo cosas por hacer? Muchísimas. Pero ese es el motor de la vida, encontrar objetivos que te resulten irresistibles y te impulsen a crecer.

Comments are closed.