Por Silvana Brustia Caperchione
Hace treinta y siete años que el peluquero Álvaro Román incursionó en el mundo de la estética capilar y desde entonces no paró. Apostó a más siempre. Primero aprendió en la práctica y luego se fue capacitando internacionalmente. También se desempeñó en cargos como director artístico para varias marcas. Y actualmente es un formador “All Star”.
Al principio se dedicó al universo femenino, luego se independizó con su propio salón unisex. Y desde hace ocho años se dedica pura y exclusivamente al público masculino en sus dos salones: el ubicado en 21 de Setiembre y Ellauri y el inaugurado recientemente en el Punta Carretas Shopping.
En ambos ofrece un ambiente moderno y acogedor, donde la experiencia y la precisión se combinan para brindar a los clientes, los mejores servicios de barbería. Desde cortes de cabello personalizados hasta arreglos de barba, el equipo de profesionales está dedicado a ofrecer un servicio de alta calidad y una experiencia única con un trato profesional y un estilo y entorno impecable.
Para conocer sobre sus inicios, el amor y la pasión por su profesión, su carrera, los desafíos que debió enfrentar, como se convirtió en “el peluquero uruguayo de los famosos”, los servicios que brinda, el estilo, su filosofía de vida y sus planes, SHOP NEWS lo entrevistó.
Una charla íntima, fresca, plagada de anécdotas que muestran al profesional perseverante, siempre en busca de la excelencia, con gran experiencia y también al ser humano detrás del experto.
A continuación la entrevista
¿Qué te motivó a convertirte en peluquero/barbero?
-Lo que me llevó a decir voy a ser peluquero fue un hecho que me ocurrió a los 12 años, cuando falleció el padre de uno de mis compañeros de clase que tenía un reparto de diarios y entré a cubrirlo.
Recuerdo exacto el día que comencé, llovía a cantaros y el primer diario que me tocó entregar fue en una peluquería ubicado en San Martín y Luis Alberto de Herrera. Estaba empapado y el peluquero estaba vestido impecable. Lo vi, vi el ambiente y me dije: “Esto es lo que quiero ser”. En ese momento definí mi vida laboral.
¿Cómo fueron los inicios?
-Desde muy joven empecé a estudiar peluquería, pero no me gustaba que me enseñaran a hacer manos, y otras cuestiones que no me interesaban. En ese proceso, me enteré que en una peluquería de damas ubicada en San José y Julio Herrera estaban tomando una prueba para contratar un empleado. Fui a realizarla y cuando llegué, había una fila de unas cincuenta mujeres. Me acerqué a la dueña, un poco dudoso y le pregunté si aceptaba hombres. Como me dijo que sí, rendí dicha prueba, si bien no sabía mucho. Miré lo que hacían los demás y la pasé, quedé. A los seis meses ya estaba de encargado de esa peluquería que tenía nueve empleados.
En ese lugar, adquirí variedad de conocimientos, que era mi propósito. Aprendí mucho en la práctica. Luego me fui preparando internacionalmente.
¿Cómo fue el desarrollo de tu carrera?
-Llegó un momento que necesitaba crecer. No solo trabajar con público femenino, sino que mi foco estaba puesto en trabajar con público masculino porque es con quienes se aprende a cortar el cabello verdaderamente. Así que me fui a una peluquería masculina siguiendo la premisa de que:
“Quien se ejercita cortando el cabello a hombres, domina la situación siempre. La perfección es total, tanto en los ángulos como en la geometría. Algo que hoy en día, los nuevos barberos no aplican. Aprenden por YouTube y de ese modo es imposible llegar a un nivel de gran calidad, que es a lo que apuntamos con mi marca».
¿Qué cambios significativos has notado en la industria desde que comenzaste?
-El principal cambio es a nivel masculino, ya que el hombre se acercó más a cuidar su estética. Además hay más productos para hombres, es un mercado incipiente, con un crecimiento abismal. Las marcas fuertes están apostando al hombre, porque es un nicho de mercado muy poco explotado y sobre todo porque el hombre estéticamente se cuida mucho más.
También es de destacar que el uruguayo se acostumbró a consumir estética. Ya no le da vergüenza. Antes existían tabúes. Hoy, hasta se hacen implantes de pelo. El hombre se preocupa por su estética personal. La mujer le exige tener una estética
¿Cuál consideras que ha sido el momento más destacado de tu carrera?
-Los últimos ocho años son los que me han despegado comercialmente, más que técnicamente. He estado en lugares mucho más importantes técnicamente antes, pero comercialmente hoy lo veo reflejado por dedicarme a un nicho específico que es el de los hombres. Además de la experiencia y la calidad de servicio que brindo, influye que estoy en una zona (Punta Carretas), la cual me permite hacer la diferencia en los precios.
¿Qué servicios ofreces actualmente en tus dos barberías?
-Corte de cabellos y diseños de barba, spa de barbas. No realizamos otros servicios como por ejemplo decoloraciones por un problema de espacio. No me rinde económicamente el sillón. Nosotros trabajamos con agenda llena y el promedio por hora no me lo da el servicio de color, etc.
¿Hay algún servicio o tratamiento que sea tu especialidad o que te distinga de otros profesionales?
-El spa de barba. Somos únicos. Buscamos que el hombre no venga a quitarse un problema de encima, sino que venga a disfrutar de un momento especial. La atención profesional entonces es de 45 minutos a una hora por cada cliente que se hace corte y barba.
Pero desde que entra a que se va, recibe una atención muy especial, totalmente personalizada. Con detalles que lo hacen salir de su rutina y que le dan una hora de tranquilidad para él mismo. Nos importa que disfrute de ese momento y que se vaya satisfecho. Incluso del espacio. También los agasajamos cuando ingresan con café, té, refresco o agua.
«Nuestra clientela sabe adónde viene. No llega gente que mire precios. Busca calidad».
Te caracterizas por ser “el peluquero de los famosos”, pero también recibís clientes del ámbito político, empresarial, diplomático, etc. ¿Cómo tratas los pedidos de este público particular?
-Con el profesionalismo que nos caracteriza. Si bien trabajamos con agenda previa, somos flexibles a la hora de la reserva. Buscamos brindarles un servicio donde vean reflejada su nivel de categoría. Cabe resaltar que nuestra clientela sabe adónde viene. No llega gente que mire precios. Busca calidad.
¿Cómo definirías tu estilo como profesional?
-Mi estilo es totalmente europeo, porque trabajamos con técnicas y herramientas que nos diferencian del centro americano. Con modas que llevan mucha estructura, geometría y ángulos que no hay en Uruguay.
¿Cuáles son las tendencias actuales en cortes y peinados que más te piden?
-Se acabaron los rasurados. Lo que se viene es que el hombre tiene que lucir el cabello más largo que lo que se usaba hasta ahora. Además entra a tallar mucho el peinado, los productos y el cuidado de su cabello.
¿Cómo influye la moda y la cultura pop en las solicitudes de los clientes?
-En Uruguay cuesta un poco. Uno tiene que tratar de aconsejar, ya sea en su estética como en su cuidado.
¿Te fijas en los detalles de la cara, las formas?
-Totalmente. El trabajo de visagismo que realizamos nosotros con los clientes es una de las cosas que nos diferencian. Es decir, aplicamos técnicas de estilismo que se basan en el estudio de las características faciales y la personalidad para resaltar su belleza natural.
¿Lo haces solo tú o también tenés un equipo de profesionales que siguen ese lineamiento?
-Todo el equipo que trabaja bajo la marca Álvaro Román sigue un estilo. Todos cortamos con un sistema igual. Aquí no es que viene a trabajar un peluquero y va a cortar a su modo y desarrollar lo que sabe. Sino que debe adecuarse a nuestro sistema de trabajo en la atención, en el trabajo profesional y en las herramientas que va a usar. Por eso me encargo de capacitarlos.
«En nuestros salones aplicamos técnicas de estilismo que se basan en el estudio de las características faciales y la personalidad de cada cliente para resaltar su belleza natural».
¿Qué técnicas o herramientas han revolucionado tu trabajo en los últimos años?
-La navaja es la gran diferencia.
Nos importa que cada cliente tenga su estilo. Y que sea versátil, que lo pueda cambiar en diferentes momentos del día. Por ejemplo: si va a practicar un deporte que pueda ponerse uno de nuestros productos e ir de una manera. Y de noche ir de otra forma a una fiesta o una reunión empresarial. La idea es que con un mismo corte de pelo logre diferentes estilos.
¿Cuál es tu opinión sobre el auge de las barberías tradicionales y modernas?
-Es fantástico porque ha arrimado al hombre a las peluquerías. Les falta capacitación comercial y profesional. Pero si hoy en día, en todos los barrios tenés barberías y en todas se trabaja. Hay público para todo.
¿Qué crees que diferencia tu servicio del de otros peluqueros /barberos?
-El trabajo de visagismo, el trabajo de las herramientas, la atención personalizada. El buscar un estilo a cada cliente.
¿Cómo defines la experiencia que ofreces a tus clientes, desde que llegan hasta que se van?
–PREMIUM. El servicio tiene que ser Premium, desde un café molido en el momento hasta un corte de pelo que marque una gran diferencia con las peluquerías que se conocen.
¿Tienes algún programa especial para clientes frecuentes, como membrecías o promociones?
No. No trabajamos con descuentos. Sí estamos en el proceso de hacer convenios con tarjetas Premium. Luego, en la peluquería del Shopping, cuando hay descuentos especiales si los aplicamos como por ejemplo el reciente Black Friday.
¿Qué importancia le das al ambiente y diseño del espacio de trabajo en la experiencia del cliente?
La importancia es total, sino dejo de ser una experiencia única.
¿Qué innovaciones o servicios nuevos te gustaría implementar en el futuro?
-No los tengo en el lugar porque no me da el espacio físico. Si tengo clínica de depilación definitiva y tratamientos de piel. No mezclo los lugares.
¿Cómo manejas las expectativas de los clientes cuando piden algo que no les favorece?
-Siempre tenemos que llegar a un acuerdo. No voy a hacer un trabajo donde no vea reflejado mi estilo.
¿Tenés algún cliente que haya marcado tu carrera o una anécdota memorable?
-Hoy en día somos “la peluquería de los famosos” uruguayos y también cada vez que viene un cantante o actor internacional me llaman, como te comentaba anteriormente. La gente de la televisión viene casi toda, del teatro, de la música. Nos caracterizamos por ser la peluquería de los famosos por los cambios de imagen que hemos realizado en cada uno de ellos.
¿Cómo logras fidelizar a tus clientes en un mercado tan competitivo?
-El diferencial es lo que no pueden encontrar en otros lugares y ofrecerles un lugar donde se sientan cómodos.
¿Cómo te mantenés actualizado con las nuevas técnicas y tendencias?
-Tengo la suerte de pertenecer a ese grupo selecto de ALL STAR, con quién estamos siempre en comunicación y nos juntamos para realizar la moda que se viene.
¿Qué tan importante consideras la formación continua en esta profesión?
-Es obligatoria. Nunca dejamos de aprender. Lo exijo a todos los que están trabajando conmigo. Que estén constantemente tratando de mirar y seguir aprendiendo
¿Has participado en competencias o eventos internacionales? Si es así, ¿cómo fue la experiencia?
-Ser un All Star es el evento internacional mayor que hay.
¿Qué consejos darías a los barberos que están comenzando su carrera?
-Es un oficio que no se aprende en 3 meses. Les diría que se tienen que perfeccionarse antes de abrir su propio salón. Que trabajen con diferentes profesionales para poder adquirir su propia técnica.
Y además hay que prepararse comercialmente. Hoy en día la parte comercial es el 80 % del negocio. Saber cómo venderte y cómo lograr que valoricen tu trabajo.
¿Qué es lo más gratificante de trabajar en esta profesión?
Para mí es que amo lo que hago y que puedo vivir de lo que amo.
¿Cómo lidias con la presión de mantenerte creativo y original después de tantos años?
-Es algo que tengo innato. Siempre estoy compitiendo conmigo mismo. Siempre busco desafíos nuevos. Y de ese modo me desafío a mí mismo.
¿Qué metas o proyectos tenés para el futuro?
-Proyectos para otro Shopping en el Este. Estamos evaluando. Pero este verano ya no porque hace poquito inauguré el de Punta Carretas Shopping.
¿Qué le diría el Álvaro de ahora al Álvaro que recién comenzaba a incursionar en el mundo de la peluquería?
-Le diría que fue una decisión acertada la que tomó porque lo llevó a poder vivir de lo que le gusta y poder desarrollarse profesionalmente. También llegar a lugares donde muchos se imaginan pero que le es imposible llegar.
¿Cuál es tu cable a tierra?
-No tengo. (Risas).
Estoy siempre pensando en cómo mejorar y como crecer. Disfruto mucho de lo que hago. Si me tomo licencia y viajo a Europa porque tengo una hija que vive en España, pero además viajo mucho por trabajo. Paseo y trabajo a la vez.
También siempre aprovecho a trabajar en peluquerías de amigos, como cuando ellos vienen acá y trabajan en la mía. Lo hago porque considero que como profesional uno tiene que tener la vivencia de otros lugares, sino te quedas solo con lo tuyo y el techo queda muy bajito. Siempre estoy desafiándome a ver como se trabaja en otros lugares, como se trabaja con otros públicos.
¿Tenés un espacio de disfrute más allá de la peluquería?
-La familia. Mis hijos (dos mujeres y un varón). Una de mis hijas, -como te comenté-, vive en España y viene de paseo seguido o voy a verla. Luego, Lucía de 26 años, es la primer barbera en Uruguay, trabaja conmigo, es mi mano derecha y es el sillón que más produce, lo cual es un gran orgullo para mí. Por otro lado mi hijo de 23 años, se acaba de recibir de profesor de educación física.
¿Te sentís realizado?
-Sí. Porque soy feliz con lo que hago, con lo que vivo. En mi día a día soy feliz.
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*21 de Setiembre 2843, Montevideo
*Punta Carretas Shopping, Nivel 1, Local 11.
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