Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la obesidad infantil es “uno de los problemas de salud pública más graves de este siglo, al que califica directamente como “una epidemia”. Conocé en SHOP NEWS todos los detalles.
De acuerdo a un estudio realizado y publicado por la revista científica «TheLancet», en 1975 se estimaba que había aproximadamente en el mundo 11 millones de niños/adolescentes de entre 5 y 17 años obesos. En la actualidad, esa cifra se multiplicó en gran forma, llegando a más de 125 millones.
A su vez, los datos de la OMS señalan que el número de niños obesos o con sobrepeso de 5 años o menos había aumentado de 32 millones en 1990 a 41 millones en 2016.
“Si continúan las tendencias actuales, el número de niños con sobrepeso u obesos en ese grupo de edad podría aumentar a 70 millones para 2025″, advierte el organismo mundial de la salud.
La OMS recuerda además que los niños obesos tienen muchas más probabilidades de desarrollar una serie de problemas de salud en la edad adulta. Entre estos: cardiopatías; resistencia a la insulina (con frecuencia es un signo temprano de diabetes inminente); trastornos osteomusculares (especialmente artrosis, una enfermedad degenerativa muy discapacitante que afecta las articulaciones); algunos tipos de cáncer (endometrio, mama y colon) y discapacidad.
El sobrepeso y la obesidad son en gran medida prevenibles resalta la OMS.
Las políticas, los entornos, las escuelas y las comunidades son fundamentales, dado que condicionan las decisiones de los padres y los niños, y pueden hacer que los alimentos más saludables y la actividad física regular sean la opción más sencilla (accesible, disponible y asequible) y prevenir así la obesidad.
En el caso de los lactantes y los niños pequeños, la OMS recomienda: el inicio inmediato de la lactancia materna durante la primera hora de vida; la lactancia exclusivamente materna durante los seis primeros meses de vida; y la introducción de alimentos (sólidos) complementarios nutricionalmente adecuados e inocuos a los 6 meses, manteniendo al mismo tiempo la lactancia materna hasta los 2 años o más.
Sobre esos primeros alimentos complementarios deben ser ricos en nutrientes y deben tomarse en cantidades adecuadas. A los 6 meses, deben introducirse en pequeñas cantidades, que aumentarán gradualmente a medida que el niño crezca. Se recomienda evitar los alimentos complementarios ricos en grasas, azúcar y sal.
Mientras que sobre los niños en edad escolar y los adolescentes la OMS señala que deben limitar la ingesta energética procedente de grasas y azúcares; aumentar el consumo de frutas y verduras, así como de legumbres, cereales integrales y frutos secos y realizar actividad física con regularidad (60 minutos al día).
*La OMS recuerda además que los niños obesos tienen muchas más probabilidades de desarrollar una serie de problemas de salud en la edad adulta. Se debería llevar adelante una amplia y detallada promoción responsable dirigida a los padres de los lactantes y los propios niños.
La Organización Mundial de la Salud resalta que la industria alimentaria puede desempeñar una función importante para reducir la obesidad infantil, y en ese sentido señala que se debería reducir el contenido de grasa, azúcar y sal en los alimentos procesados para lactantes y niños pequeños; asegurar la disponibilidad de opciones saludables y nutritivas que sean asequibles para todos los consumidores y realizar una amplia y detallada promoción responsable dirigida a los padres de los lactantes y los niños.