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Mariela Alcalá: “Siempre me hice respetar en mi profesión”

Icónica en el género telenovela, la actriz venezolana también triunfó como cantante. Recordada como “La intrusa”, su papel en “Cristal” despertó la conciencia sobre el cáncer de mama.

Por Marcel Daset

Con el rol de actriz y figura protagónica de telenovelas se ha hecho conocida mundialmente en el rubro del “telelagrimón”, con cuarenta años de carrera ininterrumpida, desde 1982 que dio sus primeros pasos en la tira “La heredera” junto a la gran Hilda Carrero (q.e.p.d.), en su Venezuela natal, país donde cosechó varios éxitos, los mismos que la consagraron en varios países, actuando posteriormente en Argentina, España, Perú y Ecuador, para citar sólo algunos ejemplos.

Hoy por hoy se encuentra radicada y desde hace más de dos décadas, en Buenos Aires, casada con el productor Rodolfo Hoppe, con quien tiene un hijo, a los que suma dos hijos más de su primer matrimonio con el maestro de la actuación venezolana, Nelson Ortega. Y esta semana, ella, Mariela Alcalá, le abre la puerta de su corazón a este cronista, vía zoom, en una entrevista para el programa “Twister Internacional” de VTV, conducido por Flavia Pintos, llegando a toda Latinoamérica a través de DirecTV. Como es costumbre, SHOP NEWS publicá y extrae lo más destacado de la misma…

Mariela Alcalá: el jueves 16/06 a las 21 horas y el viernes 17/06 a las 18 horas, se confesó con “Twister Internacional” por VTV, y para toda Latinoamérica a través de DirecTV

Cuarenta años de carrera…

“Exactamente estoy cumpliendo cuarenta años en esta profesión, y sí, me inicié con un papel en ´La heredera`, gracias a Hilda Carrero que hoy es un angelito del cielo, y que me vio actuar en teatro y me recomendó para hacer televisión, pues ella trabajaba con quien luego fuera mi primer esposo, Nelson Ortega. Hilda era alumna de mi exesposo, quien fue mi maestro, productor, director; maestro de actores que enseña con un método maravilloso con el cual aprendí. Hilda concurría a apoyar al alumnado que después fue su escuela, la escuela de Hilda Carrero.  Es así que ella me descubre en una obra teatral que también era dirigida por mi ex, que era mi maestro en ese momento. Ella quedó fascinada con mi trabajo. Yo hacía tres años que estaba haciendo teatro, y me propone que vaya al canal donde me iba a proponer para  hacer casting y así quedar en telenovelas. Te soy honesta, no me interesaba hacer televisión, quería hacer teatro. Pero ella me lo pidió tan amable y tan bella, porque además de excelente actriz, era una muy linda persona; humilde, con una gran simpatía y amor hacia los demás. Me daba vergüenza decirle que no, y acepté. Fui al canal, no hice casting, había un director, pero como no me gustó su trato, me fui, no dejé ni fotos ni nada, y no le dije nada a Hilda Carrero. Yo no había dejado ningún tipo de dirección ni teléfono y ella me andaba buscando como loca”, relata Mariela Alcalá sobre sus inicios en la pantalla chica. Y continúa: “Había una posibilidad de hacer un personaje en la novela de Hilda, ´La heredera´, que ya estaba al aire hacía como seis meses y con muchísimo éxito. Me tocó un personaje nuevo, una muchachita rebelde, loca. Carrero me propone, me hacen un casting, les gusté, y me dijeron que estaba bien mi actuación. Y me pusieron a hablar con la escritora, Delia Fiallo, una consagradísima de las letras. Era fuerte a lo que yo me estaba enfrentando. Inicié las grabaciones, e Hilda me apoyó mucho pues nunca había estado yo en un set de grabación. Aprendí rápido y seguí para adelante. Gustó muchísimo mi personaje, y a partir de ahí no paré nunca”.

“No quiero la corona”

En los años 70, 80, 90 y parte de la década siguiente, Venezuela acostumbró al mundo a mostrar la belleza de la mujer venezolana a través de certámenes de belleza y como protagonistas e integrantes de elencos de sus exitosos culebrones. Estaban las rubias y las morenas; Jeannette Rodríguez, Grecia Colmenares, Maricarmen Regueiro, Sonya Smith, Gabriela Spanic, Rosalinda Serfaty, etc., por un lado; y por el otro, Nohely Arteaga, Astrid Carolina Herrera, Hilda Carrero, Mayra Alejandra, Amanda Gutiérrez, Caridad Canelón, Lupita Ferrer, y la propia Mariela Alcalá, entre otras. Sin embargo, varias de las heroínas de dramas en ese país, venían de coronarse como Miss Venezuela para Miss Mundo o Miss Universo, pero ese camino no era el que buscaba nuestra entrevistada, más allá de su imponente belleza: “Yo no salí de esos certámenes. Cuando yo tenía 15 de edad, les propusieron a mis padres que me postulara para Miss Princesita, título que con los años desapareció. Y yo le decía a mi madre que no quería eso, que lo mío era ser actriz, cantante, bailarina, hacer comedias musicales”.

Algunas de las telenovelas de Alcalá en este compilado

Tendencia en los 80

A Alcalá la caracterizó su look, con esa caballera clásica, y en su gloriosa “La intrusa” (1986), hasta su corte de pelo no tan largo, fue tendencia: “Sí, el pelo como abombado, y yo en realidad tengo rulos. Me hacía brushing porque no existía la planchita, y me quedaba espectacular, pero todo así revuelto como una leona. Sin embargo, la planchita te lo aplasta un poco, y no existía eso. El brushing era cepillo y secador, y a mí me encantaba. Yo me sorprendía al ver personas peinadas como yo o con mi mismo color de cabello cuando me hacía mechas. Siempre mantuve mi pelo sobre los hombres, no demasiado corto”.

Mariela Alcalá fue tendencia por su característico cabello

Cachetada para defenderse

Siendo muy chica, Mariela Alcalá tenía muy claro que quería ser actriz. Su mamá se resistía un poco a ese camino a transitar, por miedos, para cuidarla, como toda madre. La televisión, los años 80, una adolescente casi mujer, o posibles acosos sexuales, como han sucedido a lo largo y ancho de todas las décadas y en todos los trabajos. Mariela era rebelde, como la mayoría de los seres humanos y a los 15 de edad, es muy normal ese comportamiento. Pero desde el vamos supo defenderse, incluso cuando un colega de los medios, tiempo después, le tocó las nalgas: “Me defendí como una `loba herida`. Para mí era muy fuerte ver eso. No es que siempre era rebelde o peleona, si se metían conmigo, yo nunca me quedaba callada; yo me defendía. Gracias a Dios que fui así. Porque si sufría de algún abuso o algo, creo que ya no se animaban a meterse conmigo por miedo a mi reacción.

Yo me defendía, no tenía miedo, ni me quedaba callada, o quejarme llorando que alguien me tocó como tantas mujeres que les provoca mucho miedo un abuso y no reaccionan. En algunos casos, las chicas se callan, por miedo también a perder el trabajo, miedo a que no les van a creer, o miedo a esa persona que te persigue. No es que yo sufrí de abuso fuerte, no, en realidad fue ese caso en particular. Le di una cachetada por falta de respeto, y le dije `a mí no me tienes que estar tocando porque yo no soy tu mujer ni nada tuyo. Me estás tocando`, le decía yo. Y le metí una y esa persona no esperaba esa reacción de mi parte. Era un actor con el cual después nos hicimos muy amigos. Sí, porque era como un cariño. Estaba como `permitido` entre comillas. También le hacía eso a otras chicas que sí se lo aceptaban. Cada uno responde como quiere. Pensó que yo era igual a las demás, pero a mí no me gusta eso. No me tiene porque estar tocando las nalgas ni ninguna parte de mi cuerpo porque no me interesa. Si fuera mi novio, mi marido, ¡ah, bueno! Él era una persona que no me conocía y yo era muy jovencita. Que me toque las nalgas, yo no lo podía creer; estaba anonadada e indignada. Pero por suerte yo me defendía siempre para cualquier cosa, en cualquier tipo de abuso, personas que te quieren avasallar, que te quieren hundir por diferentes cosas como por ejemplo la envidia. Siempre me he defendido con respeto, pero poniendo en su lugar a la persona que me esté agrediendo”.

Muriendo de amor en la vida real

Y en ese trayecto en el universo de la lágrima, trabajó en telenovelas como “La heredera”, “Ligia Elena”, “La bruja” (todas de 1982), “La venganza” (1983), “Julia”, “La dueña” (ambas de 1984), “Cristal” (1985), ”La intrusa” (1986), “Selva María” (1987), “Rubí Rebelde” (1989), “Inolvidable” (1992), “La loba herida” (1992), “La hija del Presidente” (1994), “Leonela, muriendo de amor” (1997), “Luz María” (1998), “Yo vendo unos ojos negros” (2004), “La hija de Juana Crespo” (2007), “Ana Cristina” (2011), … Grabó en Venezuela, Argentina, Perú y Ecuador,… pero en “Leonela”, que hizo en Perú en 1997 (es la versión más cercana a la “Leonela” de 1983, de Mayra Alejandra -q.e.p.d.- y Carlos Olivier), y allí en tierras peruanas conoció y se enamoró del director y productor argentino Rodolfo Hoppe, por quien “murió de amor”, y siguen juntos, con un hijo en común.

Recordemos que Mariela cuenta con dos hijos anteriores, fruto de su relación con su primer marido, Ortega: “Cuando llegué al Perú para hacer `Leonela, muriendo de amor`, ahí conocí al que es ahora mi esposo, Rodolfo Hoppe, y morí de amor… En 1997 cuando yo me voy al Perú, pensaba terminar la novela, regresar a Venezuela, preparar todos mis papeles e irme a Miami. Mi intención no era quedarme en el Perú. Tenía todo planificado, y cuando conozco a Rodolfo Hoppe, que me gustaba y todo, empezamos a salir, y tampoco estaba en mis planes casarme. No me iba a volver a casar. Terminamos viviendo juntos y él me propone matrimonio. Y le dije en principio que no me quería casar. Y terminamos casándonos al final en Perú en 1998”.

Inocencia Pérez, su personaje que impactó incluso en España; gracias a “Cristal” con Jeannette Rodríguez y Carlos Mata en los protagónicos

Familia ensamblada

Rodolfo Hoppe tiene hijos de su anterior matrimonio, y Fede Hoppe (icónico productor de Tinelli en Argentina), vendría a ser una especie de “hijastro” y ella, Alcalá, su “madrastra”: “Yo soy la madrastra buena porque a veces lo bromeo y le digo `¡soy tu madrastra, eh!`. Nos llevamos muy bien, adoro a los hijos de Rodolfo, al igual que Guille, que también trabaja junto a Fede. Son muy capaces profesionalmente y excelentes personas. Los quiero mucho y ellos a mí, y gracias a Dios tenemos una relación hermosa. Es más, tengo una relación hermosísima con la ex de Rodolfo. Ella se llama Cristina, salimos a comer juntas, vamos al cine, voy a su casa, me invita a tomar el té. Ella vive en el edificio pegado a mi casa. Tengo una relación muy linda con la madre de los hijos de Rodolfo”.

Inocencia (Mariela Alcalá), la amiga de Cristina (Jeannette Rodríguez)!en “Cristal”

Cáncer de mama en “Cristal”

Aunque Mariela Alcalá no fue a probar suerte como actriz a Miami, allí sí reside Jeannette Rodríguez, la protagonista junto a Carlos Mata de la gloriosa telenovela “Cristal” (1985), donde nuestra entrevistada se destacó por su papel secundario de Inocencia Pérez, amiga de Cristina (Jeannette Rodríguez), la cual termina padeciendo cáncer, el personaje, claro está. Por ese rol de Inocencia y su lucha contra el cáncer de mama, en ese entonces, por ejemplo, en España, fue tal el impacto, pues gracias a ella, las mujeres acudieron en masas a realizarse chequeos para prevenir esta enfermedad.

https://youtu.be/YBMPc8DlaQwEl

personaje de Mariela en “Cristal” y el cáncer de mama

Se trató de la mejor y mayor campaña de prevención sobre este tema en tierra española. Por supuesto que en su Venezuela y en muchos países del mundo, todos tomaron conciencia de la enfermedad de este personaje, el cual se convirtió en “tendencia” para aquella época donde no habían ni teléfonos celulares ni redes sociales: sólo la pantalla chica y las revistas del corazón. Su rol de Inocencia debía morir, según el guión, pero para no dar un mensaje negativo, ya que previniendo y con controles, el cáncer de mama se podía curar, la escritora Delia Fiallo “salva” a Inocencia, para dar, como decíamos, un mensaje de aliento y positivo: “Si mi personaje moría como estaba escrito, estábamos dando no mucho aliento al respeto de esta enfermedad. En muchos países, las mujeres empezaron a tomar conciencia de que hay que hacerse los exámenes mamarios y de forma consecutiva y con mucha constancia. Me han comentado sobre la cantidad de mujeres que empezaron a pedir los turnos para hacerse los exámenes; fue increíble. Eran miles y miles de mujeres, y no daban abasto con tanto trabajo. Fue de verdad un fenómeno, un boom, gracias a Dios. Me siento tan honrada en mi personaje y que haya participado en eso, como mensaje, como ejemplo. Que las mujeres a cierta edad tenemos que cuidarnos y hacernos todos los exámenes, no descuidarnos; los exámenes ginecológicos completos, no solamente el de mama. Le doy gracias a Dios haber aportado algo lindo y bueno que se lo pude brindar a la gente”, recuerda orgullosa Mariela Alcalá. 

“La intrusa”, tercera “remake” mundial de “La usurpadora”

Sabido es que Alcalá protagonizó y mundialmente se hizo muy popular por sus telenovelas. En Uruguay “La loba herida” (1992) y “Cristal” (1985) fueron un suceso. “La intrusa” (1986), emitida en nuestro país por Canal 10 también, que estelarizó junto a Víctor Cámara, que venía de hacer “Topacio” (1984) con Grecia Colmenares, fue la tercera versión de “La usurpadora” (1971) de Venezuela; luego le siguió la segunda “remake” de nombre “El hogar que yo robé” (1981, México), y tras “La intrusa” de 1986 con Mariela Alcalá, llegó en 1998 “La usurpadora” con Gaby Spanic en México, más adelante “¿Quién eres tú? (2012, EE.UU), y la más actual, “La usurpadora” (2019, México). Ella misma rememora,

Estas fueron las versiones de”La usurpadora” desde 1971. Alcalá hizo la suya en la consagrada “La intrusa” (1986)

“Fue un reto hacer `La intrusa`; trabajaba de diecisiete a veintitrés horas diarias, adelgacé, me enfermé. Así se trabajaba en aquella época, demasiadas horas diarias. Lo ideal hubiera sido que yo grabara un día un papel y al otro día el otro. El mismo día yo grababa las dos hermanas gemelas y era demasiado esfuerzo, sacrificado, de mucha presión y tensión. Presión que yo misma me ponía, porque a pesar de que eran gemelas, cada una era diferente en su personalidad y look. Había que actuarlas con verdad, son idénticas, pero no en personalidad. Yo tengo una hermana en la vida real y es diferente a mí y no tiene nada que si nos parecemos físicamente o no. Fue un trabajo de mucha investigación a la hora de actuar, de mucha comprensión de cada personaje; su psicología, la mala por qué es mala, la buena por qué se deja manipular. Le hacía yo todo un estudio psicológico para tratar de darle esa diferencia. Fue un trabajo arduo, fuerte, donde crecí muchísimo como actriz. Por eso lo agradezco tanto haber hecho `La intrusa` porque como actriz maduré un montón”. Agrega: “Y no pareé. Lo último que hice en el género telenovela fue `Ana Cristina´ en Perú en 2011-2012”.

“Ya no más”, uno de los temas interpretados por Mariela en la novela “Rubí Rebelde”

Mariela también canta “A menos que tú” también en “Rubí Rebelde”

Su rol de cantante, algo que soñó siempre, pudo cristalizarlo, cuando la empresa televisiva donde protagonizaba “Rubí Rebelde”, le pidió que grabara un disco, y de ahí se extrajeron dos de sus temas para musicalizar la telenovela, los mismos fueron “A menos que tú” y “Ya nomás”. Era el año 1989: “Fue una propuesta increíble. Ellos sabían que yo cantaba pues hacía comedias musicales, y me proponen grabar primero el tema de la novela, después surgió lo del disco. Querían que cantara el tema de `Rubí` y me pareció buenísimo. Me encantó la idea. Era algo nuevo cantar así, y lo disfruté muchísimo, hacer giras y tener mi banda musical. Viajamos por varios países, Ecuador, Puerto Rico, fue todo muy lindo e impresionante. Luego yo no quise avanzar más en el terreno musical porque era mucho trabajo, cantante, actriz, y más en aquella época donde grababa hasta dieciocho horas diarias una novela. Tenía a mis hijos chiquitos, y las giras eran los fines de semana. Era tanto trabajo, y no veía nunca a mi familia y a mis hijos. No lo estaba disfrutando, lo estaba sufriendo. No era feliz a pesar de que me encanta cantar. O soy actriz o soy cantante; las dos cosas juntas, no podía hacer a la vez.  Y decidí seguir con la actuación, con las telenovelas. Ahí abandoné el canto a nivel profesional en ese momento”.

“A menos que tú”

Mientras, como en los principios de su trajín artístico, la docencia es su otra gran pasión, enseñando: “Dar clases de actuación me fascina, lo disfruto muchísimo. He realizado clases online a propósito de la pandemia. Tengo muchos alumnos del exterior. Mi esposo tiene una productora y trabajamos juntos en eso y con varios proyectos maravillosos, y pronto voy a hacer una obra de teatro aquí en la Argentina”.

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