

Este martes 8 de julio de 2025, la sala se llenó de aplausos y emoción. En conferencia de prensa, Horacio Yanes puso punto final a una gestión de diez años al frente de la Dirección de Turismo de Canelones. Lo hizo rodeado de su equipo y de quien tomará la posta, Ximena Acosta, en un acto que combinó balance, gratitud y reconocimiento. Presencia del exministro de Turismo Dr. Eduardo Sanguinetti y de jerarcas actuales y futuros de la Intendencia de Canelones.
La jornada tuvo un momento especialmente simbólico: la Asociación Turística de Canelones (ATC) —en presencia de su directiva— entregó un reconocimiento oficial a Yanes, destacando su «compromiso en el impulso de un turismo sostenible, integrador y con identidad territorial». El diploma, firmado por su presidenta, Carlos Tabó, y la secretaria Soraya Cedrés, fue recibido como gesto de respaldo institucional a una década marcada por el trabajo constante.
Durante estos diez años, Canelones transformó su presencia turística en base a tres pilares: mejorar su infraestructura, consolidar eventos con identidad propia y expandir su mapa turístico hacia el interior rural.
Uno de los logros más destacados fue la implementación de procesos de licitación pública para todos los puntos turísticos de la costa. Esta medida permitió regularizar y profesionalizar los servicios playeros, incorporando inversión privada con criterios de calidad y permanencia. Paradores, espacios recreativos, baños y ferias comenzaron a operar bajo un marco formal, garantizando continuidad y mejoras.
Al mismo tiempo, se impulsaron marcas y eventos propios en diferentes localidades del departamento. Desde ferias gastronómicas hasta festivales culturales, se generó un calendario estable que integró a productores, artesanos y prestadores locales.
La gestión de Yanes se caracterizó por una fuerte articulación entre el sector público y privado, sumando a operadores, gobiernos locales y actores comunitarios a la planificación y ejecución de proyectos. Esta red de vínculos permitió que localidades como Santa Lucía, Tapia, San Antonio o Montes comenzaran a integrarse como destinos complementarios a la tradicional franja costera.
También se promovieron experiencias enoturísticas y agroecológicas, así como circuitos de turismo rural, donde el visitante puede conectar con la producción local y el patrimonio cultural de la zona.
Cuando Yanes asumió el cargo en 2015, el turismo en Canelones era un potencial aún sin explotar del todo. Las playas, si bien populares, carecían de una estrategia integral y de una planificación a largo plazo. En esta década, el proceso fue claro: pasar de la improvisación al orden, de la informalidad a los mecanismos de licitación pública, y de las actividades sueltas a una red de eventos con identidad propia.
Uno de los pilares de su gestión fue el llamado a licitación para la gestión de todos los puntos turísticos de la costa canaria, incluyendo balnearios, servicios gastronómicos y espacios recreativos. Esta medida permitió regularizar, profesionalizar y financiar la infraestructura costera sin depender exclusivamente del presupuesto municipal. Hoy, la mayoría de los paradores, baños, ferias y escenarios cuentan con contratos transparentes, inversión privada y estándares más claros de calidad.
El calendario turístico del departamento también fue una creación sostenida. Bajo su gestión se consolidaron festivales gastronómicos, circuitos de enoturismo, turismo rural, y ferias estacionales que hoy figuran en las agendas de residentes y visitantes.
El turismo de cercanía dejó de ser un concepto y se convirtió en política concreta: desde las playas metropolitanas hasta bodegas familiares y proyectos comunitarios en el interior profundo de Canelones. El territorio comenzó a narrarse desde múltiples voces y no solo desde la postal del atardecer en Atlántida o La Floresta.
Otra línea destacada fue el trabajo conjunto con colectivos rurales, productores, organizaciones sociales y pequeñas empresas. Esto permitió que zonas como Montes, Tapia o San Antonio comenzaran a recibir visitantes no por accidente, sino por haber sido integradas a circuitos planificados.
La estrategia de “costa más interior” propuso una nueva forma de recorrer el departamento, donde el turismo no solo se asociaba al verano, sino también a la producción, la cultura y la memoria. En ese sentido, se realizaron recorridas, encuentros, y articulaciones con otros sectores como vitivinicultura, apicultura y agroecología.

“No hay logros personales, hay procesos colectivos”, expresó Horacio Yanes al tomar la palabra. Agradeció al equipo técnico, a la Intendencia de Canelones, al Ministerio de Turismo y a las instituciones que respaldaron las acciones en todo el territorio. La ATC, que lo acompañó en varios hitos, dejó en claro su respaldo a una gestión que —más allá del cargo— supo impulsar y acompañar.
Por su parte, Ximena Acosta se mostró comprometida con dar continuidad al camino trazado, abriendo nuevas líneas de acción para un turismo canario que sigue creciendo, con identidad y con la fuerza de quienes creen que el desarrollo es también una forma de pertenencia.
