Recientemente se llevó a cabo una investigación realizada por dos empresas norteamericanas dedicadas al servicio de atención al cliente (“Virgin Atlantic”y “Open for Business”), la cual mostró que los retos a los que se enfrentan a diario las personas LGBT+ en el Caribe son muy duros: la homofobia y la transfobia patrocinadas por el Estado son frecuentes, al igual que el importante estigma social. El informe fue titulado “Economic Case for LGBT+ Inclusion in the Caribbean” (El caso económico de la inclusión de las personas LGBT+ en el Caribe).
Por ejemplo, nueve de los doce países del Caribe siguen penalizando las relaciones íntimas entre personas del mismo sexo, mientras que, para las personas trans, ninguno de los doce países permite el cambio de sexo o de marcador de género en las identificaciones estatales.
Los datos recabados muestran que el turismo, la industria clave del Caribe, se ve enormemente perjudicado por estos hechos que se perciben en la región. Las cifras de la encuesta realizada por ambas empresas a potenciales turistas LGBT+ y heterosexuales revelan que la razón principal para no visitar un país de la región es la imagen negativa que tienen del trato que reciben en la región. La investigación calcula que cada año se pierden 689 millones de dólares de ingresos potenciales por turismo debido a las creencias existentes sobre el trato que la región da a las personas LGBT+.