Avistamiento de ballenas en Maldonado y Rocha: un espectáculo fascinante

El pasado viernes 23 de julio se realizó la conferencia de prensa del Lanzamiento de la Temporada de Avistamiento de Ballenas con la presencia del Ministro de Turismo Germán Cardoso, Sub secretario Remo Monzeglio, Director de la DINARA Jaime Coronel, Director Nacional de Calidad y Evaluación Ambiental Eduardo Andres, Jefe de Circunscripción del Océano Atlántico CN Hernán Lavandera, Director de Turismo de Maldonado Martín Laventure y Director de Turismo de Rocha Federico Zerbino.

Entre los meses de julio y octubre de cada año se puede presenciar un fascinante hecho de la naturaleza: la ballena Franca Austral, que nos visita en las costas de Maldonado y Rocha.  

En un escenario natural, desde tierra firme o en embarcaciones, es posible contemplar a estos inigualables gigantes del mar. Llegan en  gran número a la costa uruguaya a socializar, aparearse y en ocasiones, dar a luz y amamantar a sus ballenatos.

Parte de la ruta migratoria

La costas del Océano Atlántico Sur son parte de la ruta migratoria de la Ballena Franca Austral. Durante el verano se alimentan de toneladas de krill en zonas cercanas a la Antártida (las Islas Malvinas y Georgias del Sur) para luego comenzar su migración hacia Península Valdés (Argentina), Maldonado y Rocha (Uruguay) en busca de aguas templadas y tranquilas, hasta llegar a Imbituba, Ferrugem (Santa Catalina, Brasil).

Vivir una aventura embarcado resulta tan conmovedor como avistarlas desde la costa. Diferentes empresas privadas ofrecen excursiones en barco que parten desde el puerto de Piriápolis para apreciar el espectáculo.   

Poder observar su ciclo de cortejo y reproducción, de manera respetuosa y a una distancia prudencial, es un tesoro que se guarda para siempre.

Con la compañía de guías especializados locales y siguiendo la normativa vigente de protección de los mamíferos marinos se puede apreciar cada detalle: las aves que revolotean sobre los cetáceos, para en alguna distracción, atrapar algún pez o piojos de mar, entre otros alimentos. También durante el recorrido de la Ruta de la Ballena, que involucra 293 km por las rutas costeras N°10 y Nº 9, se observan delfines “nariz de botella” o toninas, tortugas, gaviotas, lobos y leones marinos hasta albatros y pingüinos, éstos últimos migraron de la Antártida.