Por Silvana Brustia Caperchione
El jueves 28 de diciembre del 2023 ocurrió un incendio intencional dentro del módulo 4, de la Unidad 4, de la cárcel Santiago Vázquez (ex Comcar) que dejó seis muertos. Del hecho, en primera instancia se imputaron a cuatro personas por ocho delitos de homicidio, dos de ellos en grado de tentativa muy especialmente agravado por utilizar como medio un incendio. Pero este fallo no conformó a los familiares de la víctima, ya que en realidad alegan que fueron doce personas los culpables, por eso reclaman justicia. Para saber exactamente cómo fueron los hechos, y lograr responder la variedad de dudas que surgen, SHOP NEWS entrevistó a Luana Díaz, viuda de Héctor Dutra, uno de los asesinados.
Los hechos: El caso fue cubierto por diferentes medios de prensa que relatan que en una celda, había ocho personas privadas de libertad que fueron atacadas por otros presos que escaparon de sus celdas, de donde lograron salir por un barrote flojo de una ventana. Cuentan que el motivo fue en ir en busca de un teléfono, pero los ocho presos les negaron que tuvieran. Por eso, en represalia, los internos del exterior de la celda, le tiraron una bombita de luz con líquido inflamable. Después, con más líquido inflamable de una botella siguieron rociando y al final, con un palo y una punta de lanza en el extremo, tiraron un pedazo de colchón prendido fuego. De ese modo se incendió la celda de donde los reclusos intentaron escapar, rompiendo la pared y realizando un boquete en la celda de al lado, pudiendo salir seis de los ocho. También se dice en los medios de comunicación que en el momento en que escaparon, llegó personal penitenciario y de la Policía para apagar el fuego, a quienes les avisaron que dentro de la celda había dos reclusos más. A uno lo encontraron en el baño y al otro al lado de una cama. Los llevaron a enfermería donde se constató que habían fallecido. Los seis reclusos con quemaduras graves fallecieron días después del hecho por las heridas sufridas, quedando solo dos con vida.
En el diario El País del 28 de febrero se detalla: “La fiscal Adriana Edelman afirmó, a través del director de Comunicación de Fiscalía, Javier Benech, que se trató de un caso priorizado por la Fiscalía de Homicidios de 2º turno debido a la dificultad de realizar la investigación en el contexto de la cárcel. La fiscal destacó la colaboración del Instituto Nacional de Rehabilitación (INR) durante toda la indagatoria”.
“A mi esposo, Héctor Dutra (26 años), -preso injustamente-, le faltaban solamente setenta y seis días para salir en libertad y así poder cumplir un montón de proyectos de vida en común a futuro, muchos sueños a realizar en familia y trabajo. Todo esto se truncó a causa de este fatídico hecho, cuando, estando encerrados sin agua en la celda 49, junto a siete reclusos más en Módulo 4 del ex Comcar, fueron atacados por un grupo, (doce personas y no uno como pretenden hacer creer) mediante un incendio intencional criminal premeditado y alevoso. Nadie me dio una respuesta ni explicaciones hasta el día de hoy de lo sucedido. Tengo miles de preguntas. Necesito respuestas. ¿Dónde estaba la guardia ese día? ¿Qué hacía la policía en ese momento? ¿Por qué no había agua en la celda desde una semana atrás del hecho? ¿Por qué tardaron tanto en llegar las ambulancias?
-A mí no me llamaron, me enteré por Facebook, a través de una página que se llama Fam Pres*.
N de R: (*Un servicio social que informa sobre situaciones que ocurren dentro de las cárceles de Uruguay. En la página se describen como Ayuda y orientación a familiares de personas privadas de libertad).
Se trataba de una publicación que decía que había ocurrido un incendio en el Comcar, pero no decía donde ni quiénes eran. Recién a las 12 de la noche pude ver, por otra publicación, que uno de los heridos graves era mi esposo. Nunca se comunicaron conmigo para informarme ni el Jefe de Cárcel ni nadie del Comcar. Eso ocurrió el 28 de diciembre. Yo lo vi por última vez para Navidad. Y me enteré que falleció el miércoles 10 de enero.
-Estuvo internado grave desde la noche 28 de diciembre en el Hospital de Clínicas. Cuando me enteré, enseguida fui al hospital, donde me dijeron que no me podían dar mucha información porque era un PPL (persona privada de libertad). Solo me dijeron que estaba muy grave, que había perdido mucho líquido y que tenía quemaduras de tercer grado.
Siempre los diagnósticos médicos me decían que él iba a fallecer. Pero solo me dejaron entrar a verlo cuando su estado estaba demasiado delicado. No llegué a hablar con él, porque enseguida que él entro, lo pusieron en un coma inducido.
Él, salió consciente de la celda. Yo pude hablar con otras personas y me dijeron que él salió caminado. Que se le había salido la piel de las manos, que se le caía pero no estaba para fallecer. Entró con problemas respiratorios, generados en el incendio.
Cuando lo vi en el hospital, estaba bastante vendado, y la cara y los labios los tenía bastantes hinchados. Tenía un 35 % del cuerpo quemado. El líquido había mejorado, estaba mejorando. Pero en el hospital lo desentubaron antes, al segundo día hizo un shock escéptico, lo volvieron a entubar, y ahí había una bacteria y se le metió. Eso fue una negligencia médica.
Cuando reclamé al médico, me dijo que eso siempre puede suceder. Y que lo desentubaron porque habían visto mejoras. Lo que creo es, que como era un privado de libertad, lo querían sacar lo antes posible para que no ocupara un lugar. Y terminó falleciendo por una muerte cerebral, ya que la bacteria se le fue al cerebro.
-Tengo mucha tristeza, bronca, rabia e impotencia. Un montón de sentimientos porque fue injusto. A él le faltaban dos meses para salir en libertad y ya nos pensábamos ir para España.
Y esto fue un error del Estado. Porque lo liberaron mal. Él tenía una pena que estaba cumpliendo anteriormente y por un error del sistema, a él le dieron la libertad.
-Él estuvo seis meses y le faltaban dos meses para salir. Entró porque tenía una causa por tráfico de armas. Todo comenzó porque nosotros estábamos pasando por una situación medio complicada, nos robaban, nos intentaron prender fuego la casa, pasó de todo. Hicimos denuncias pero nunca la policía nos prestó atención. Así que optamos por comprar un arma pequeña. Nunca la usamos, mi esposo nunca la tocó, ni tenía ni balas. Pero igual era ilegal, él no tenía tenencia de armas.
Además, Héctor no tenía que estar preso, estaba pagando por una causa que no era, por una denuncia falsa y en vez de hacer un englobamiento de causas, lo sacaron en libertad equivocado. Estuvo cuatro meses en libertad, le dijeron que él no debía nada, que él estaba bien. Y cuando nosotros nos íbamos a ir del país a España, lo agarraron en el aeropuerto que lo estaba buscando Interpol, ya que la orden de captura la dieron el 19 y nosotros nos íbamos el 25. Se equivocó el sistema, el tenía que haber salido en noviembre del año pasado pero lo liberaron por equivocación. Incluso tuvo un juicio para que le sacaran la tobillera, le dieron el permiso. Le sacaron la tobillera y lo agarró la Interpol. Y eso que tenía un permiso de la jueza.
– La misma persona con las que teníamos el problema, que era la ex pareja de él y como su padre era jubilado militar, nos hicieron un allanamiento y nos encontraron esa arma.
La ex tiene problemas con muchas personas pesadas. Hace y deshace a su gusto porque como te comentaba tiene gente en la comisaria. Héctor no era a la primera persona que metió preso.
-Yo pude hablar con uno de los sobrevivientes. Eran ocho, sobrevivieron dos y fallecieron seis. También pude hablar con la abogada que es la que tiene acceso a la carpeta de fiscalía y fue quien me informó lo que había pasado. También uno va averguando. Como cuando él estaba preso lo iba a visitar, me hice de conocidos que me fueron contando lo sucedido. El boca a boca es fundamental porque eran personas muy cercanas.
Después que ocurrió el incendio, dejaron prácticamente pasar un gran rato. A las 00 horas llegó la ambulancia para llevárselo al Clínicas. Además, hay muchas cosas que la gente que no sabe y las ocultan, como el hecho de que se olvidaron de dos presos, que no tenían agua, que de la celda salieron doce personas, en una celda para cuatro personas, habían ocho que dormían en el piso, uno pegado contra otro, que tenían que dormir dos en un colchón. Hay muchas cosas sin contar.
Por otro lado, quisieron hacerlo pasar por un motín. Cuando comenzó el fuego, los policías en vez de ir a ver, se preparan para un motín. ¿Cómo se salvan del fuego? Porque los presos de al lado hacen un agujero en la pared y los tiran por la celda, por eso no se murieron todos, pero a esa altura cuando ellos rompen, ya habían dos que habían inhalado todo ese humo. Literalmente me contaban que era el módulo 4 más el módulo 5 golpeando las rejas, ¿esto no lo escuchó la policía? Eso lo dejaron pasar.
-Ellos me contaron que estaban en la celda, algunos estaban jugando a las cartas y otros estaban allí conversando. En un momento se acercaron doce presos de otro sector, del mismo módulo que se habían escapado de su celda. Fueron a la celda donde estaba mi marido, se asomaron a la ventanita de 50 cm por 30 cm que tienen ellos que le dicen “respiradero”, y les piden un celular.
Ellos respondieron que no tenían ningún celular, entonces, en represalía le tiran una bombita de luz, los rociaron con una botella con nafta y los prendieron fuego.
También se rumoreaba es que se enfrentaban por una mujer, pero esto no es verdad. El conflicto fue por el celular. Se acercaban las fiestas, los que realizaron el atentado eran consumidores y un celular ahí adentro vale un montón. En el informativo también afirmaron que los de la celda 49 que era donde estaba mi marido eran consumidores pero tampoco es real.
Mi consulta es entonces, prendieron fuego la celda y ¿por qué no había guardias ni nada? Aparte ¿cómo escaparon doce personas si estaban controlados? Si es uno, se puede camuflar, atrás de algo, pero doce personas es imposible.
Por otro lado, ¿de dónde sacaron la botella de nafta? ¿Dónde la escondes? No es un caramelito que te lo pones en el bolsillo. Se trata de una botella. Supuestamente deberían tener un control.
Aparte, ellos estaban tranquilos, no tenían ni querían problemas con nadie. Lo que querían era salir de ese modulo porque era muy complicado y querían “hacer la cana” tranquilos.
Por lo que dicen, el incendio lo vio un guardia de la garita, avisó y fueron a buscar las máscaras antigás y apagaron el incendio. Pero ellos no tienen extintores. En la visita tú vas y no hay ni uno.
No tenían además agua en la celda. Si querían mojarse o tirarse toallas, no tenían. Se bañaban cuando había agua, en alguna celda. Por otra parte, en el salón de visitas, si hay agua, pero es solo para el mate. Y te lo tiene que alcanzar el aguatero. Ahí si llevaban agua para las celdas en las botellas, pero no les daba para bañarse. La usaban para tomar un mate.
-El jefe de cárceles declaró a la prensa que no había mucho personal. Pero ese ya no es problema de las familias ni de los presos. Es de ellos. Tiene 200 presos por lo cual tienen que estar cubiertos.
También es su responsabilidad. Porque si los guardias estaban donde deberían haber estado, esto no hubiese pasado.
Las personas que provocaron el incendio, volvieron a su celda. Si bien los sobrevivientes dijeron que ellos no pudieron verle la cara a los culpables porque estaban cubiertos, llegó una foto de un Tik- Tok de que el día que sucedieron los hechos, había ocho personas arriba de un techo con cuchillos carcelarios. Llegó porque la subieron a una red social que es pública y los familiares hicimos captura de pantalla. Pero esto en realidad no debería ocurrir, se debería prevenir, ¿cómo no vieron a esas personas arriba del techo con cuchillos?
-No han dicho nada de juicio, pedimos una reunión con la fiscal y dijo que únicamente se iba a reunir con la abogada, que era todo reservado. Nadie dio la cara ni se reunió con nosotros.
Por otro lado, uno de los que se salvó, supuestamente perdió la memoria, no se acuerda de nada. Y otro dice que no va a hablar. Me comuniqué con él y me dijo que no se lo pidiera porque no lo iba a hacer.
Intentan tapar todo, nadie da la cara, quieren dar a entender que fue un caso más y no lo es. Yo voy a estar al firme siempre, porque a mí nadie me dio respuestas, nada. No fue un caso más ni para mí, ni para ninguna de las otras familias. La vida de un ser querido vale por más que caiga privado de libertad. El INR (Instituto Nacional de Rehabilitación) te dice que ellos responden por la seguridad y por cada vida de cada persona que cae privada de libertad pero eso es mentira.
-Si tengo. Es abogada de todos los presos, pero trabaja en particular con cada uno. Ella vino a mí y me dijo que ellos ganaban el 25 % de de lo que se logre cobrar en el juicio por indemnización, pero que si no se obtenía nada, ellos no me cobraban nada.
Ellos mismos me dijeron que era un juicio ganado. Pero pregunto: ¿quién te devuelve la vida? Nadie. Yo quiero además una respuesta del INR. También él tenía amparo del COMCAR, tengo ese documento pero igual lo llevaron. Ya reclamamos por ello, pero la solicitud la rompían delante de él. Siempre que bajaba los martes a la visita la entregaba a la policía. Además, él no era un preso para estar en módulo 4. Él debía estar en un modulo de pre ingreso y no allí, un lugar donde hay gente que comete asesinatos, con ratas por todos lados, etc. No clasifican si el que entra es un asesino y si va por dos meses o por un año, ni si cae por robar un caramelo, o matar, meten a todos en la misma bolsa. Es tierra de nadie.
«Sabemos que la vida de esas seis personas no va a volver. Pero lo que reclamamos es por justicia, que paguen todos los culpables. No solo cuatro, porque fueron doce. Si bien hay cuatro imputados, lo que me enteré es que uno de los posibles autores fue liberado quince días después. Tendría que haber un control de todo esto. Y cambios en el sistema. Queremos JUSTICIA».
Luana Díaz
Plantean que “la Justicia seguirá actuando, como corresponde en estos casos”. Dicen que, “sin embargo, la actuación del Estado ante hechos de esta naturaleza va más allá de la actuación de la Justicia”. “Las muertes y lesiones producidas a causa del incendio provocado suceden bajo custodia del Estado, e impactan directamente en un conjunto diverso de actores, familiares de las víctimas, las personas que se encontraban en el sector al momento de los incidentes, los funcionarios actuantes, todas las personas privadas de libertad y sus familiares”, indicaron. Y agregaron que “inseguridad, miedo, desprotección, abandono, angustia, bronca, invisibilidad son los sentimientos más comunes expresados por privados de libertad y familiares ante la falta de actuación del Estado frente a los hechos sucedidos”.
Para la organización, “es urgente mejorar las paupérrimas condiciones de privación de libertad que empeoran cada día y alejan la necesaria rehabilitación”. Por eso, Familias Presentes entregó al Ministerio del Interior en enero “una serie de propuestas para contribuir a la mejora inmediata de las condiciones del módulo 4 de la Unidad 4 donde se suscitaron los acontecimientos.
“Desde el día uno nos comprometimos a mantener viva la memoria de la tragedia del 28 de diciembre”, afirmó la organización de familiares, que a cuatro meses de los hechos se pregunta “¿cuáles han sido las acciones del Estado para con las familias de las víctimas y el tratamiento de los sobrevivientes?” y “¿cuáles han sido las acciones de emergencia que el sistema penitenciario ha instrumentado para el abatimiento del hacinamiento y mejora de las condiciones en el módulo 4?”. Concluyeron planteando que han solicitado nuevamente reuniones a diferentes actores “con el objetivo de seguir exigiendo las acciones pertinentes por parte del Estado”.